sábado, 28 de noviembre de 2015

La Integración Regional en tiempos de terrorismo

El mundo hoy

Estamos viviendo tiempos aciagos. Ciertamente, desde que “el mundo es mundo” los problemas no han faltado para la humanidad, provocados por su propia naturaleza contradictoria. Los conflictos han estado presentes a través de todas las épocas, desde la edad antigua hasta la contemporánea, pasando por el oscurantismo medieval y el iluminado modernismo. Y aunque hemos avanzado de manera sustancial en materia de desarrollo científico y tecnológico, nuestra naturaleza salvaje siempre ha prevalecido, y si no, veamos las dos guerras mundiales en pleno siglo XX. Es el ego en plena acción.

Y el siglo XXI no es la excepción. En la actualidad, que es la era de la globalización y la información, donde el planeta se tornó en una auténtica aldea global, las crisis persisten. Sólo ha cambiado la correlación de fuerzas. Ya es historia el “Capitalismo versus Comunismo” y la Guerra Fría. Como sabemos, ahora el flagelo y enemigo número uno de la humanidad en general, es el terrorismo. Basta con mencionar el parte aguas que fue el episodio de las torres gemelas de Nueva York, Al Qaeda y hoy el famoso Estado Islámico o ISIS y sus protagonistas yihadistas. Es el terror en su máxima expresión y descaro visceral. Ya todos sabemos en detalle lo ocurrido el 13 de noviembre recién pasado en París, el corazón no solo de Francia, sino de la vieja Europa. Y más reciente, los atentados de Malí, África, el 21 de noviembre y otro este 28, de los que no se ha hecho mucho eco mediático por cierto.

Territorios tomados por el Estado Islámico (ISIS)- Fuente: www.notas.org.ar

Ciertamente, siempre hemos estado “al filo de la navaja”. Hay guerras y rumores de nuevas guerras y hasta de un inminente tercer conflicto mundial. Como en un juego de ajedrez, las piezas se mueven en el escenario global, defendiendo sus propios intereses geopolíticos y económico-comerciales. Aunque el foco de los conflictos son el Medio Oriente, como siempre, extendido ahora a Europa. En este lado del mundo, aparentemente todo está en calma, al menos en materia bélica todo está tranquilo. Aunque bien sabemos que lo que ocurra por allá nos impactará acá. Y es que la Tierra es un planeta chico y vulnerable, aunque siempre lo hemos visto enorme y poderoso. Y para colmo, ha venido a sumarse otra realidad insoslayable: la tragedia del cambio climático, creando un panorama en su conjunto casi apocalíptico. No obstante, y con todo esto, no debemos ni podemos pretender que el mundo se acaba mañana. Lo cierto también es que la vida continúa. Por ello es necesario seguir en nuestro hemisferio, en nuestra América Latina y Centroamérica procurando un mejor destino y protagonismo en el mundo de hoy en pro de la paz mundial.


El desafío de la Integración Regional

Como ya mencioné, la Guerra Fría, es historia. Sin embargo algunos fantasmas han seguido flotando por allí, negándose a morir. Me refiero al tema de las “izquierdas y derechas”. En lo particular, yo no creo que tal dicotomía exista ahora mismo. Se habla en términos “ideológicos” más como una cuestión de semántica que de otra cosa. Pero lamentablemente, este asunto ha venido a minar algo que debería ser de crucial importancia y prioridad número uno para los latinoamericanos: la Integración Regional. Como bien sabemos, lograr esta meta, nos posicionaría como un fuerte actor a nivel global en todos los aspectos. Pero los fuertes vientos han remecido este viejo sueño como han querido, y se va quedando allí, rezagado, contenido por las fuerzas mayúsculas del ego y los intereses particulares. Es una verdadera lástima.

Reunión Mercossur - Fuente: www.generaccion.com

Lo vemos todo el tiempo. En Sudamérica se ha experimentado toda suerte de intentos: la Comunidad Andina, el Mercosur y la UNASUR. Pero lamentablemente, a causa de las coyunturas y las posiciones ideológicas de los gobiernos de turno, suele echarse todo por la borda. Y así continuamos. En Centroamérica pasa exactamente lo mismo. Y es a nuestra región a la que me referiré con más detalle. En junio de 2004, escribí un artículo que titulé: ¿La integración centroamericana está en reversa?, mismo que fue publicado en el diario La Prensa, de Managua. Es verdad que cada uno de los países miembros del SICA, ha mejorado mucho en materia macroeconómica, incluyendo a Nicaragua. Pero me ha causado mucha inquietud que once años después, el escenario en materia de integración regional es casi el mismo, donde pareciera que la violencia, el crimen  y otros males sociales  son más bien los que han encontrado tierra fértil, traspasando las fronteras.


http://www.laprensa.com.ni/2004/06/16/economia/945130-la-integracin-regional-est-en-reversa


¿A qué me refiero con qué el panorama no ha cambiado mucho en el marco del Sistema de Integración Centroamericana (SICA)? Bien, es justo reconocer que en materia económica y comercial se han hecho importantes avances, tal es el caso del creciente mercado intrarregional. Pero con todo y esto, aún no se logrado concretar la unión aduanera. ¡Esto es increíble! En 2004 ya se venía trabajando en ese asunto. Se sigue haciendo, hay ejemplos más claros, como es el caso de Guatemala y Honduras, proyecto en ciernes y a corto plazo. Pero se supone que una década es más que suficiente para conquistar algunas metas propuestas, más para una región tan pequeña y homogénea, como lo es Centroamérica. Y si en ese asunto no hemos logrado la meta, ¿Qué se puede esperar en los demás ámbitos? ¿Dónde queda entonces la integración social y política de la región…?  Si el ánimo de ser pesimista, ¡a miles de años luz de nosotros!

Resulta que el Parlacen, cuya sede está en Guatemala,  sigue siendo un órgano consultivo y de recomendaciones. Aún no se divisa en el horizonte, la posibilidad de que un día sea un órgano realmente vinculante en la región. ¿A qué se está esperando? ¿Y la CCJ (Corte Centroamericana de Justicia?) Bueno, creo que ni en Managua, sus habitantes están enterados que en esta ciudad está la sede de este órgano del SICA. Y a juzgar por los hechos, no se ve que los países miembros se la tomen tan en serio. Si no, no se tendría que recurrir a la CIJ (Corte Internacional de Justicia de La Haya) para dirimir litigios y pleitos eternos, como es el caso de Nicaragua y Costa Rica por el Río San Juan y ahora por el famoso Harbour Head o Isla Calero, como le llaman nicas y ticos respectivamente.

El caso de los migrantes cubanos varados en Costa Rica ahora mismo, ha venido a poner en evidencia la volatilidad de nuestro proceso de integración. Hubo una reunión urgente del SICA en El Salvador para resolver este conflicto, pero no se llegó a un consenso para solucionar el problema. Pero la culpa no es del SICA en sí, obviamente. Se trata de nosotros, los centroamericanos, de nuestros líderes, que no se proponen ver más allá de las narices y echar mano de un marco jurídico supranacional, respaldado por la historia y cientos de esfuerzos previos. Siguen primando los “nacionalismos” en detrimento de la “Patria Grande”, haciendo ver ésta como un sueño cada vez más lejano y absurdo, como una auténtica utopía, propia más bien de filósofos platónicos que de ciudadanos con metas realistas y necesarias en el mundo de hoy.

Reunión de Cancilleres del SICA, San Salvador, 24 de noviembre de 2015 
 Fuente: wwww.martinoticias.com

Por culpa de esos mal llamados “patriotismos”, hemos estado estancados siempre. Los conflictos o litigios por un pedazo de tierra, como ha sido, por ejemplo, el caso de El Salvador y Honduras, por la Isla Conejo, en el Golfo de Fonseca. O por un río, como ha sucedido con el Río San Juan, entre Nicaragua y Costa Rica, como ya mencioné antes. Siempre nos estamos fijando en las diferencias y no en las semejanzas. Dejamos que prevalezca el odio enconado en lugar de la tolerancia y la fraternidad esperada. ¿Acaso no somos hermanos de nacimiento? ¿Acaso no hemos venido bregando juntos, a pesar de las fronteras?  ¿Es tan difícil echar mano de la voluntad política y deponer nuestros absurdos localismos? ¿Por qué no logramos entender que sólo juntos, todos los centroamericanos lograremos ser  un actor visible en el concierto de las naciones? Juntos somos aproximadamente un istmo de medio millón de kilómetros cuadrados, con unos cuarenta y tantos millones de habitantes, más parecidos que diferentes.  La pregunta entonces es: ¿por qué seguimos divididos?

En cuanto a la integración social, ciertamente hay más acercamiento entre los centroamericanos, entre los pueblos, a través del turismo intrarregional, la interacción de las pymes, retroalimentación  en casos de experiencias exitosas. Eso también, por cierto,  promovido desde los gobiernos, sobre todo en el marco de la seguridad ciudadana, en una región donde lamentablemente se encuentran algunos de los países más violentos del mundo, por la situación de las maras, el narco tráfico y el crimen organizado, como es el caso del Triangulo Norte.  Y es que sólo unidos seremos capaces de combatir con eficacia estos flagelos. Pero esos acercamientos se suelen ver opacados por tensiones desafortunadas. Lo que “se hace con las manos, se borra con los pies”. Aún hace falta mucho, de hecho falta lo más importante, que es una genuina voluntad política por lograr integrarnos de verdad. Y esto lo podremos lograr sólo deponiendo los egoísmos y siendo visionarios, trascendiendo los localismos y chauvinismos.

Que quede claro que no se trata de dejar de ser patriotas, o dejar de amar nuestros terruños natales, eso es imposible e inapelable. Hay una diferencia abismal entre patriotismo y “patrioterismo”. Se trata simplemente de trascender ese amor hacia la Patria Grande, ser ciudadanos de una sola Centroamérica, fuerte, grande, inclusiva y progresista, como realmente debió haber sido desde el principio. Aunque parezca difícil, y para los más pesimistas, quizás “imposible”, creamos que es tiempo, no de ser idealistas o utopistas, sino pragmáticos y sensatos, de acuerdo a la realidad del convulsionado mundo de hoy. Sí, la integración regional es un desafío en tiempos de terrorismo global, ¿pero acaso el mundo no se forjó de reto en reto? Ya es tiempo de dejarnos de cosas y tomar al toro por los cuernos. Hagámoslo, antes que la madre Naturaleza nos integre a fuerza de cataclismo, y sea demasiado tarde para entender.

Huracán Mitch, octubre de 1998 - Fuente: www.noticieroenfoque.com





Documental: "Centroamérica: una historia en común: 60 años de integración" - SICA



Jorge Gamero Paguaga




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